Haciendo bailar a los objetos, el coreógrafo Marc Lacourt cuenta a los más pequeños una fabulosa historia sobre el arte a través de La Serpillère de Monsieur Mutt.

Una serpillère (fregona) está hecha para limpiar, frotar, escurrir, y para quedarse después esperando en un rincón, al lado del cubo y de la escoba. Pero cuando el coreógrafo baila, los objetos cobran vida por sí solos como por arte de magia.

La fregona se vuelve la Gioconda, se eleva en el aire como el Gran Nijinsky, y de repente… el arte sale del armario. De una forma imaginativa y lúdica, el bailarín insufla en los niños el gusto por el arte. A través de la participación dentro del espectáculo como espectadores activos, los niños son invitados a modificar su mirada sobre las cosas, a descubrir el gesto que transforma el objeto en obra, dejando volar su imaginación.

Con delicadeza, el espectáculo abre a los niños a descubrir y sentir nuevas experiencias. Inspirado por el «urinario» o el «portabotellas» de Marcel Duchamp, o por el «piano disfrazado» de Joseph Beuys, Marc Lacourt muestra que el arte está en todas partes, siempre que quieras verlo.